sábado, 5 de diciembre de 2009

Son el motivo de mi existir.

El otro día pensaba que yo era un pibe que se levantaba temprano, desayunaba bien y se ponía a estudiar o iba a la facultad, y de repente y no sé en qué punto todo se fue a la mierda, dejé la facultad, cometí mil errores y decepcioné a personas que confiaban en mí, porque yo también confié en gente que me traicionó, o que me perjudicó de alguna manera.
Para mi familia siempre fuí una visita, nunca viví con ellos, nunca convivimos tiempo suficiente. Sólo venía a pasar unos días y nada más. Y ahora nada ha cambiado. No les importa, nunca les importó lo que yo quisiera, lo que yo soñara para mi vida. Realmente no sé qué hacer. Escribo aquí todo esto porque no tengo con quién hablar. A cualquiera que le cuente algo de inmediato intenta tomar decisiones por mí, nadie me escucha y aunque alguno quiera ayudarme, nunca, jamás se me permite tomar una decisión sino hasta el momento en que salen mal las cosas. Por ejemplo, a unas pocas cuadras de aquí hay una fábrica de pastas frescas relativamente importante en la región que necesitaba empleados, pero un "amigo" de años que trabajó allí me dijo que él entregaría mi currículum, para que no pongan a nadie por delante mío, que podía considerarme contratado. Fue un miércoles, y me dijo que "el sábado" me entrevistarían. Pero llegado el momento, me avisó que la otra semana, y así me fue pateando para adelante. Yo confiaba en sus palabras. Hasta que le pedí por favor, desesperadamente, que me diera alguna confirmación. Entonces, mi "amigo" dijo que mi currículum era muy extenso, que no era bueno para trabajar en una fábrica de pastas, que yo merezco algo mejor. Pero yo necesito trabajar, no necesito que decidan cuál es el empleo que merezco, necesito comer a diario, ¿se entiende? A eso me refiero con que confío en personas que no debo. Y este es sólo un ejemplo.
Todos me dicen que yo debo trabajar en una veterinaria. Pero en las veterinarias sólo toman a recién graduados. Pueden tener a un profesional pagando poco dinero, por eso los prefieren, y no toman a personas sin título, aunque sean estudiantes o hayan estudiado veterinaria.
Y en cualquier otro empleo tampoco tengo oportunidades, porque nadie necesita un empleado universitario, algunos ni siquiera necesitan empleados que sepan escribir.
A veces pienso que si no tuviera estos gatos ya me habría suicidado.
Ellos son el motivo de mi existir.